Cadena de corrupción enreda al sistema de salud en Colombia

En los diferentes eslabones de la cadena existe corrupción o puede registrarse, lo que incide negativamente y ha sido un elemento constante en la crisis de la salud que cada día se agudiza más, y cuyo principal afectado es el paciente.

Esa fue una de las conclusiones del foro Avances y Retrocesos en la Garantía del Derecho Fundamental a la Salud.

El certamen se realizó en la Universidad Cooperativa de Colombia, UCC, y fue organizado por la Mesa Antioquia por la Transformación del Sistema de Salud Colombiano, la Personería de Medellín, la Asociación de Empresas Sociales del Estado de Antioquia Aesa, y la UCC.

Durante la discusión sobre la diversos temas del sector salud, entre otros, la Ley Estatutaria, los participantes mencionaron que a los famosos casos de Saludcoop y Caprecom, se suma una serie de circunstancias presentes desde el médico rural hasta las altas esferas, en los cuales la corrupción es el protagonista.

El sistema de salud colombiano tiene un diseño y en este se dispersan por todo el país unos 40 billones de pesos. En el territorio nacional existen múltiples ordenadores del gasto y con este modelo es muy difícil controlar todos los escenarios y la corrupción en diferentes eslabones de la cadena.

Luis Alberto Martínez, director ejecutivo de Aesa, concluyó que el sistema diseñado en la comercialización de los servicios es proclive a la corrupción.

En sus épocas de directivo en el sector salud, el hoy representante a la Cámara, Óscar Ospina Quintero, (partido Alianza Verde) debía trasladarse al Valle del Cauca a solicitarle al político de turno, el pago de las deudas al hospital que en ese momento dirigía en el Cauca.

El sistema de salud usa intermediarios que necesitan utilidades para mostrar a sus dueños o recursos para poder sobrevivir, por ello en algunas oportunidades se niegan servicios a los usuarios y en otras se cobra un mayor valor por el producto o servicio ofrecido.

Néstor Álvarez Lara, representante de los Pacientes de Alto Costo, sostuvo: “no podemos desconocer que tanto en el sector público como en el privado, el mismo modelo de mercado lleva a la corrupción”.

La corrupción llegó al país y se quedó por un largo tiempo en diferentes sectores económicos y sociales.

“En este país no hay compromiso social de la ciudadanía, no hay castigos, controles. De ahí que se vuelve muy fácil robarse el dinero de la salud”, explicó Álvarez Lara.

En todos los procesos se observan acciones relacionadas con la deshonestidad: el país no forma todos los profesionales, ni especialistas que requiere, porque se puede dañar el mercado.

Además, se generan seudosindicatos y otras figuras que aparecen en la contratación de los profesionales necesarios en las instituciones prestadoras de servicios de salud. Es una red compleja que no beneficia a quienes realizan su trabajo. En la intermediación hay una desviación de recursos importantes.

José Pablo Velásquez, profesor de la Facultad Nacional de Salud Pública de la U de A, sostuvo que el médico cuando llega a cumplir su servicio social obligatorio debe pagar el 30 por ciento a un político para poder trabajar en ese municipio o localidad. “La educación es fundamental, la transparencia debe garantizarse a través de todas las vías posibles”, dijo Velásquez.

Los procesos de contratación, de selección de proveedores y la manera como se elige a quién se le paga o no los productos o servicios y, en qué periodo de tiempo, tampoco escapan a la corruptela.

No todos los proveedores entran a determinada EPS. Actualmente se les paga a uno y a otros no. “Si usted me da tanto, yo le muevo el recurso, le compro los insumos” manifestó Leopoldo Giraldo Velásquez, gerente de Savia Salud EPS.

Giraldo Velásquez indicó además que se formula x o y producto por un estímulo cualquiera.

La situación no es nueva, lleva muchos años y según los entendidos tomó ventaja. “¿Cómo se controla esto?, es una encrucijada muy difícil. En este montón de intermediaciones cuánta plata deja de usarse para garantizar el servicio de salud”, comentó el gerente de Savia Salud EPS.

Los asistentes al foro pidieron más presencia de la Superintendencia de Salud en las regiones, pues se encuentra muy centralizada en Bogotá. La función jurisdiccional está seriamente cuestionada por los expertos.

La indiferencia o el desconocimiento de la comunidad, de los que no están inmersos en el día a día del sector, también de forma indirecta ayudan a la corrupción. La invitación a los ciudadanos es formarse y denunciar.