A la fecha hay tres casos confirmados de sarampión importados de Venezuela.

El día de ayer se confirmó el tercer caso de sarampión importado de Venezuela hacia Colombia. El paciente es un bebé que viajaba desde la ciudad de Ureña, en el estado de Táchira, Venezuela, y llegó hasta Villa del Rosario en Norte de Santander.

Los tres casos confirmados por el Instituto Nacional de Salud (uno en Medellín y otro más en Santa Rosa de Cabal, Risaralda) fueron importados de Venezuela, en donde solo en 2018 van 129 casos de sarampión.

América fue declarada como libre de sarampión por la Organización Panamericana de Salud en 2016, tras una batalla de 22 años que implicó una vacunación masiva, pero los casos están al alza en todo el continente desde 2017. De acuerdo con la alerta epidemológica de la OPS, se notificaron casos confirmados en 9 países del continente en lo corrido del año. El mayor brote en Venezuela (159 casos), seguido de Brasil (14), Estados Unidos (13), Canadá (4), México (4), Perú (2), Antigua y Barbuda (1), Colombia (1) y Guatemala (1).

De acuerdo con Blu Radio, las autoridades de salud confirmaron que ya se tomaron las medidas pertinentes con las personas que estuvieron cerca del niño en los últimos días. En Colombia, la población vacunada asciende al 95%, sin embargo, en ciudades como Cúcuta (en donde está hospitalizado el bebé) se están realizando acciones de bloque vacunal para identificar población vulnerable a la infección y empezar a hacer jornadas de vacunación, especialmente para los niños.

El sarampión vive en la mucosa de la nariz y la garganta de las personas infectadas, y es altamente contagioso. Cuando tosen o estornudan, el virus se esparce en el aire y se adhiere a alguna superficie, en donde puede sobrevivir durante dos horas.

Ante los brotes, la OPS reiteró la importancia de la vacunación, y llamó a fortalecer la vigilancia epidemiológica para asegurar una respuesta rápida frente a los casos importados y así evitar el restablecimiento de la transmisión endémica.

Entre 2000 y 2015, la vacuna contra el sarampión evitó unos 20,3 millones de muertes, lo que la convierte en una de las mejores inversiones en salud pública, según la OMS.