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Los proveedores de hospitales: el último escalón hacia la crisis

29.07.2015 00:08

Los proveedores de hospitales: el último escalón hacia la crisis

https://www.eltiempo.com/colombia/medellin/los-proveedores-de-hospitales-el-ultimo-escalon-hacia-la-crisis-/16163937

El sistema de salud podría pensarse como un dominó, dice Carlos Arroyabe, vocero de la alianza de clínicas y hospitales 'Somos 14 más uno'. -Sus piezas están conectadas y cuando una de ellas cae, las demás se vienen abajo, una tras otra- continúa.

Tal vez por eso, la deuda de las EPS con las IPS en Antioquia, que supera los 1,5 billones de pesos, podría tocar fibras insospechadas.

 

 

Se trata de una cadena. El sistema funciona con recursos para una oferta de pacientes y servicios, pero la oferta supera los recursos financieros asignados por el Gobierno. Mientras tanto, las EPS se quedan sin músculo para pagarles a las clínicas y hospitales, y estos a su vez tardan un promedio de 100 días en pagarles a sus proveedores.

Al final de este círculo perverso, dos son las crisis: la de los pacientes, a quienes les niegan o dilatan servicios, y la de los empleados, que temen ser despedidos.

Sin médicos no hay cura

-Con la crisis, los médicos estamos en un punto difícil. No podemos limitar la atención por el simple hecho de que somos médicos y tenemos una responsabilidad social enorme, pero ¿por qué se aprovechan de eso para no pagarnos? - se pregunta Claudia Vargas, ginecobstetra de la Clínica de Bello.

Esta madre de dos jóvenes, una de 13 años y otra de 16, tiene a cargo la educación de sus hijas, la hipoteca de una casa y los demás gastos de un hogar. No obstante, Fedsalud, la empresa que la contrató, ya le advirtió, a ella y a otros 5.000 trabajadores de la salud en el área Metropolitana, que ya agotaron sus reservas y si en las próximas semanas las clínicas y hospitales no les pagan los 60.000 millones de pesos que les deben, tendrán que prescindir de buena parte de su personal.

“El pago es lo mínimo que esperamos por pasar madrugadas y fines de semana en vela para traer vida al mundo”, responde Claudia, y agrega que la obstetricia es la cenicienta del sistema de salud colombiano y de esta crisis que afronta.

Según expresa, varias clínicas, entre las que están la León 13, Las Vegas y el Sagrado Corazón, han venido cerrando su servicio de maternidad desde el 2011. Lo que sucede es que el gobierno regula las tarifas de este tipo de atenciones y, para el caso de la obstetricia, los precios resultan poco rentables para las IPS.

Un parto o cesárea cuesta 850.000 pesos. Con este monto, las clínicas tienen que pagar el trabajo del anestesiólogo, del obstetra que vigila el trabajo de parto durante 12 horas, de las enfermeras y del pediatra que atiende al bebé, así como el valor de los insumos y materiales.

“Con las deudas de las EPS, las clínicas no son capaces de seguir sosteniendo servicios que no son rentables, y la maternidad se está relegando a pocas clínicas en Medellín, que están sobrecargadas, tienen muy mala tecnología y atienden con mala calidad”, añade la médica.

Si bien la maternidad es una prioridad y a ninguna madre se le niega el servicio (aunque su EPS tenga una cartera millonaria con el hospital al que llega), cuando las urgencias no son vitales, cuenta Claudia que es frecuente que los operadores no reciban a estas pacientes o traten de remitirlas.

Esteban Bustamante, director de Fedsalud, dice que tienen carteras de hasta siete meses con hospitales de Medellín. Si bien hasta la fecha se han mantenido con recursos propios, llegará el punto en que no tendrán cómo pagar la nómina. “Si el comportamiento de pago no se endereza desde las EPS, para el mes de agosto empezaríamos necesariamente a restringir los sueldos”, apunta.

Así las cosas, unos 5.000 trabajadores de la salud, que tienen contrato con la empresa en el área Metropolitana, podrían verse afectados y, a su vez, la atención en 29 clínicas y hospitales donde tienen convenio correría riesgo.

“El tema es ya de raspar la olla, y no damos más. La Unidad de Cuidados Intensivos de la IPS Universitaria nos debe hasta ocho meses, y atendemos los servicios de cirugía y anestesiología en casi todas las instituciones de la ciudad. Si no recibimos recursos se bloquearía la atención quirúrgica en casi todo Medellín. Sería una catástrofe social”, advierte.

Sin ropa no hay hospital

Entre 15 y 20 toneladas de ropa hospitalaria entran cada día a la parte trasera de Tecnilava, una empresa que descontamina las prendas del 70 por ciento de clínicas y hospitales de Medellín.

Desde las IPS, los camiones transportan blusas, pantalones, polainas, sábanas, cobijas y cobertores de instrumental quirúrgico, las dejan en gigantescas lavadoras que, más que lavar, 'cocinan' la ropa con vapor y jabones desinfectantes a 120 grados de temperatura.

Los operarios sacan bultos de prendas, las clasifican y las secan en máquinas igualmente enormes.

La dimensión de Tecnilava es tal, que necesitan rodillos para planchar las sábanas y a 250 personas para transportar, desempacar, secar, doblar, empacar y devolver la ropa a las IPS en menos de cuatro horas.

Sin embargo, hace aproximadamente dos años, los hospitales han incumplido con el pago del servicio y han extendido la deuda hasta por 200 días.

Cesar Vallejo, dueño de la empresa, ha tenido que solicitar ayuda de los bancos, pero se agotaron sus reservas y las entidades financieras ya no quieren prestarle por la incertidumbre de si podrá pagar o no.

En el momento, la Clínica del Norte tiene una deuda de 200 días, la de Saludcoop supera los 250 días y la IPS Universitaria está cerca de cumplir ocho meses sin pagar por el servicio.

“Les dijimos que les íbamos a dar plazo hasta mediados de agosto para pagar, y si no, no nos queda otra alternativa que cerrar. Estas máquinas no funcionan sin servicios públicos, sin arriendo y sin empleados”, adviertie Vallejo.

El empresario es consciente de que ningún hospital puede funcionar sin lavandería. “Todo paciente que llega tiene que ponerse una camisa, una pijama. Una cirugía sin ropa desinfectada es impensable o tener a alguien en una camilla con sábanas sucias es riesgoso”, continúa.

“Si paramos, habría una emergencia hospitalaria en Medellín. ¿Qué van a hacer las autoridades al respecto”, se pregunta Vallejo.

 

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