¿Pacientes mal tratados sin protección del Estado?

Con bombos y platillos nos anuncian que el presidente de la república, Juan Manuel Santos, ha sancionado la Ley Estatutaria de Salud; que se acaba el asesino paseo de la muerte, la mala atención y la humillación a los pacientes.

Pero del dicho al hecho hay mucho trecho y del titular a la realidad mucha mentira.

El maltrato a pacientes sigue y seguirá mientras los agentes del gobierno no tengan voluntad de usar la ley y sus instrumentos para hacerlos respetar.

Confiere esta ley, seis meses al gobierno para reglamentarla. Veremos a los mercaderes de la salud incrustados en las EPS alegando que no tiene aplicación hasta tanto, no sea reglamentada; y nos veremos obligados a instaurar acción de cumplimiento para que la reglamenten, tal como ocurrió con la Ley 1388 de 2010 – Protección a los niños con cáncer y la ley 1384 de 2010 Ley Sandra Ceballos de Protección a Adultos con cáncer. Por qué no la reglamentaron de una vez, para evitar dilaciones y los vericuetos que se usarán para seguir maltratando al paciente? Pues para darle gabelas al imperio de las EPS.

Lo establecido en la Ley Estatutaria, lo viene ordenando la Corte Constitucional desde hace quince años y no se cumple.

La Supersalud solo tiene oficinas en Bogotá y su inoperancia es una bofetada constante a la población, pues tiene todas las herramientas legales para sancionar drásticamente a quienes maltratan al paciente y no lo hacen. Tenemos normas de todos los tamaños y colores para proteger al paciente, que se quedan en el papel y sus archivos, mientras este muere en la angustia de la desatención.

El gobierno debe disponer oficinas de la Supersalud en todo el territorio nacional que obren con diligencia y efectividad a favor de los enfermos, sancionando drásticamente a quienes los maltratan.